Descripción
La parte superficial de nuestra piel -el estrato córneo- actúa como barrera al exterior y se exfolia de forma natural y continua. Hay circunstancias por las que este proceso se puede ralentizar (edad, agresiones externas del clima, deterioro del medio ambiente…), haciendo que la piel vaya acumulando células muertas e impurezas en su superficie, mostrando así un aspecto más deteriorado al tiempo que aumenta la rugosidad. Para evitarlo, conviene realizar una exfoliación física. Entre las principales ventajas, destacan las siguientes:
- **Regeneración celular.** El principal motivo para llevar a cabo una exfoliación es, probablemente, su capacidad de eliminar la piel muerta, estimulando así la circulación y la regeneración celular. ¿El resultado? Una **piel limpia, suave y con un aspecto más joven**.
- **Luminosidad y suavidad.** La exfoliación no solo hará que tu piel luzca más limpia y joven, sino que también aportará luminosidad y, sobre todo, mucha suavidad, convirtiéndose en un ritual prácticamente imprescindible para pieles secas con tendencia áspera.
- **Tratamientos más eficaces.** Si no limpias tu piel de vez en cuanto, cualquier tratamiento que te apliques no funcionará de la misma manera que si tu piel estuviera exfoliada y limpia. El motivo se debe a que, al no estar lo suficientemente cuidada, el tratamiento en concreto no penetrará en tu piel tanto como debería. Exfoliándola, conseguirás llegar **hasta las capas más profundas**, lo que se traduce en tratamientos mucho más eficaces.